Los medios están estupefactos por el fenómeno de ida y vuelta traicionero y, por el momento, sin explicación científica verdadera.
No se trata del péndulo de Duhalde, que está afuera de la política, que está de vuelta, que está afuera de la política, que quiere liderar el PJ. Ni del vaivén de Carrió, entre una simulación de izquierda y los pelos que le asoman por el cuello de la remera negra todo el tiempo.
Es una hamaca que en Firmat se mueve sola y que ahora llama la atención de científicos y especialistas. Es lógico, todo lo que se mueve por su cuenta... ¿eh?, no, nada, no decía nada, boludeces...