Clarín
No entiendo bien, pero, sea que el problema del encarecimiento del precio del tomate es que la helada arruinó la cosecha y falta de oferta; o sea que la falta de oferta es porque lo están exportando todo, ¿no es un contrasentido organizar un boicot?
¿Eso no sería como esos que proponen organizar un paro "a la japonesa", o que los piqueteros protesten pero sin molestar "al que trabaja", etcétera?
Las organizaciones de defensa al consumidor, ¿a qué consumidor defienden?
Aparte, ¿Boicot a la compra? ¿Van a desterrar al consumidor? ¿No debería ser un boicot al tomate, o al productor? ¿Los traiciona el inconsciente?
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