06 noviembre 2007

Autofellatio








Hace un tiempo supe de un grupo hedonista que se llamaba autofellatio en referencia a la máxima satisfacción de una presumible imposibilidad anatómica.





Ayer vi Shortbus, una película en la que casi al principio, uno de los protagonistas dibuja una pirueta en el piso que termina cumpliendo el sueño del pibe de la propia chupada.





El muchacho de la película del yankee John Cameron Mitchell se acaba en la boca chorros de leche cultivada que reíte de pancho Ibáñez. La cosa es que termina para siempre con la intriga. No era sólo un impedimento anatómico.





Descubro, también, ahora que ya no es tiempo para nada, que el tema hasta tiene una entrada en la enciclopedia libre Wikipedia.





Un amigo siempre gusta de formular la pregunta acerca de que "si fuera posible autochuparse, ¿uno sería homosexual?".





Dicen los que lo practicaron que poniendo un espejo en el piso, hasta se puede mirar a los ojos mientras la chupan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que lo mejor que podés hacer, Dumond, es chupármela a mi, que soy abierto a todo tipo de experiencias. Además, si te la chupás y tenés gusto a pis, a quién carajo le decís: che, boludo, pegate una enjuagada. O si no querés tragar, cómo decís?: che, avisame, vos mismo? Por eso Dumond, si quiere chupar, chúpeme la mía, déjese de joder. Ya lo hizo mucha gente y sobrevivió.

Aguilucho dijo...

ese es el mayor dilema. ¿te avisás antes de acabar o te hacés el boludo con vos mismo y decís "uy, se me escapó"?