Leo en todos lados propuestas de la impresentable Coalición Cívica, de Elisa Carrió, junto a la troupe que la va a odiar y va a incorporarse a nuevos partidos en la próxima elección.
La misma que hizo campaña con la distribución de la renta y que corrío algunos límites que se había autoimpuesto, quizás como una estrategia de márketing. Mauricio Macri y su gente, le es ahora a la gorda, un candidato limítrofe, pero el país se agrandó, así que entramos todos.
Ahora sale a poner en cada relevamiento sobre la mentira de la inflación, las medidas que tomaría ella o su ministro de Economía en un proyecto que nadie quiso nunca darle. Así, ahora lejos de la distribución planea bajar las retenciones. Tal como quieren los productores. Los que tienen la plata. La iglesia. Y las tres viejas conchudas que tocan la cacerola con la concha y que están esperando a que Carrió diga algo a favor de los militares para proponerla presidenta de verdad.
Entre tanto tumulto, Prat-Gay dice que hay que bajar la inflación. Luego propone, como si todavía estuviera el "viejo" FMI, enfriar la economía. Bajar el consumo. Así, no sólo despliega una teoría desconocida en la que la falta de oferta -por precios, por ejemplo- y eso haga descender, en lugar de subir, los precios. Porpone enfriar la economía, pero de ese modo no distribuye, incluso impide el acceso de la población a los medios de consumo, aunque favorece a las empresas que tienen temor, como desde que tengo memoria, de invertir lo que se necesita para expandirse y atender a los mercados -igual no hay problemas, porque Prat Gay dice que a la falta de oferta va a hacer bajar la inflación- sin presión de los precios.
Por último, un economista de primera este Prat-Gay, desconoce la presión internacional por la crisis de los alimentos, los precios de las materias primas, o no los menciona, y sostiene que hay que liberar las ventas al exterior. Menos alimentos acá, menos oferta -Prat-Gay dice que eso bajará los precios-, sin contar la competencia con el mercado exterior cuyas ventas plantea abrir y así, este señor miente que es economista, y la gorda turra no se resigna a haber perdido en las elecciones, quiere ver si hay un lugarcito.
A dedo no es de facto, pensará. Mientras tanto lo tiene al ex compañero de Lousteau, como perro faldero de turno para que ponga la cara y sea el próximo que se incinere en el proyecto de Carrió, de Ibarra a esta parte, pasando por Rivas. ¿Coalición Cívica? Qué olor raro que tiene ese nombre, ¿no?
3 comentarios:
Adonde fue a parar aquel candida a ministro de economia de Carrio cuando jugaba sobre el campo de la centro-izquierda?
Louvolo...ya ni recuerdo
Brillante post, Ulises
La Carrió al menos causa gracia
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