29 septiembre 2009

Por una vez, Anti K(raft)


Ahora, pregunto, y lo escribo como si no existiera un signo de interrogación, ¿Señor Gobierno Nacional, podría intervenir usted, nacionalizando la fábrica Kraft Foods, restituyendo las fuentes de trabajo, rebautizándola Terrabusi, e invirtiera sus excedentes en sectores cuyas urgencias lo requirieran?


¿Hasta cuándo, Señor Aníbal Fernández, la vamos a tener que seguir chupando?


Serán troscos pero ante todo son trabajadores y todos los trabajadores son peronistas. No a las fábricas yankis en sociedad con personal de resabio de la dictadura, y por extensión algún menemato, y sí a la nacionalización de fuentes de trabajo con excedentes en beneficio del conjunto. Que la sociedad sea entre el Estado y la clase trabajadora y no con el empresariado que demostró estar siempre en la vereda de enfrente.
Nacionalización y restaración de los puestos de trabajo. Regulación de los precios. Soberanía alimenticia. Porque uno será borracho pero no como vidrio. Y por el insignificante mal uso del verbo, "como" en lugar de "come", alguien entendió borracho como un vidrio y preguntó ¿Y cómo es un vidrio borracho? ¿vicelado? ¿fantasía? e hizo programas y distorsionó los debates. por eso es necesario dejar claro el mensaje. En este conflicto el Gobierno debe pronunciarse a favor de los trabajadores. Digo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

biselado
y cuando lo leas podes borrarme

Peralta dijo...

Amigo Ulises, los gobiernos son amigos de los trabajadores sólo cuando les conviene. O sea, en muy pocos casos. Aun así, con vaivenes, idas y vueltas y demás, el Gobierno tibia y levemente inclinó la balanza para el lado correcto. Antes se había mandado la gran cagada, la represión. Una vergüenza