14 junio 2007

Otro trucho gorila con navaja



Dice en su portada el Ambito Financiero de hoy, con hondo pesar:


"Se había alzado como una amenaza del oficialismo la presunta denuncia de que Juan Carlos Blumberg (hoy con 25% de adhesión su candidatura a gobernador de Buenos Aires), intérprete y canal de las preocupaciones por la inseguridad, en rigor no se habría recibido de ingeniero. Como respuesta a ese ataque, Blumberg siempre lleva en una carpeta un documento en alemán -en verdad, una suerte de habilitación para ejercer labores en las fábricas- que parecía acreditarlo como ingeniero. Sin embargo, el lamentable y decepcionante dato es que Blumberg no se habría recibido, aceptando como propio un título que no le correspondía."

En el interior, sin embargo, Ambito sigue con su amigo, transcribiendo una entrevista de la Revista Gente. Es larga, pero no tiene desperdicio. Cómo se hace el pelotudo este tipo que, además de trucho, es tan facho hasta en su mediocridad para hacerse el pelotudo. Un miserable:

El Papa me dijo: "Hable con Bergoglio" (Blumberg)

Juan Carlos Blumberg regresó entusiasmado de Londres, en donde le fascinaron las cámaras de seguridad que se han instalado en las calles, que pueden detectar hasta cuando un vecino debe
apurar sus necesidades en la calle y multarlo. También de la Ciudad del Vaticano, donde el papa Benedicto XVI le recomendó que, a su regreso, se reuniese con el cardenal Jorge Bergoglio. El reportaje que le dio a la revista «Gente» reseña ese viaje con consigna del padre del joven asesinado, Axel Blumberg, que parece tener la finalidad de provocarle otra rabieta a Néstor Kirchner.

Periodista: ¿Qué quieren de usted en el extranjero?

Juan Carlos Blumberg: Me consideran un importante referente social, y me impulsan continuamente a actuar en política. «Métase, entre. Su país necesita gente nueva. Es la única manera de cambiar», me dicen en todos los foros.

P.: ¿Tienen buena información sobre la Argentina?

J.C.B.: Buena y muchísima. Y les cuesta creer todo lo que nos pasa...

P.: ¿Qué vio en materia de seguridad?

J.C.B.: Cosas asombrosas. Redes de prevención del delito perfectas, y apoyadas por tecnología de última generación. En Londres, por ejemplo, participé de operativos nocturnos dentro de un camión especial con consolas, radares, y hasta un periscopio que puede detectar un delito o una simple contravención a larga distancia. Le cuento una anécdota: a la salida de un boliche, un hombre se puso a orinar en la calle. Lo pescaron con el periscopio, le mostraron la escena en una pantalla, lo multaron y le dijeron que si reincidía iría preso. ¿Sabe qué nivel de robos hay en Londres? Tres punto siete por semana, para ser exacto. ¡Y es una de las ciudades más grandes del mundo!

P.: ¿Hay secuestros?

J.C.B.: No. Ni en Inglaterra, ni en España, ni en Italia. La única banda de secuestradores y asaltantes de bancos que detuvieron hace poco en Madrid, ¡estaba formada por argentinos!

P.: ¿Por qué cree que en esos países se logró tan alto nivel de seguridad, y en la Argentina parece imposible?

J.C.B.: Porque aquí no hay decisión política. Fíjese que varios jefes policiales me comentaron, alarmados, la decisión de León Arslanian de quemar prontuarios y de eliminar la figura del informante, que es clave en todas las policías del mundo. Esos jefes me dijeron: «Es una barbaridad. Sin informantes, muchos delitos quedarían impunes. Además, crear una red de informantes lleva años. Si usted los suprime hoy, ¿cuándo podrá volver a contar con ellos?».

P.: ¿Saldrá algo positivo de sus viajes?

J.C.B.: Mire: tengo más de cien tarjetas de gente clave. Gente experta en formar equipos de trabajo sobre seguridad, leyes, sistemas carcelarios, prevención del delito. La Argentina no puede darse el lujo de desaprovechar esas chances. Pero sigue atada a la politiquería barata, siempre con las mismas figuras, con discursos obsoletos. ¡Todavía se habla de la izquierda y la derecha! ¡Por favor! Hay que pensar en la tercera vía, que es la gente y su calidad de vida.

P.: Sobre la prevención del delito, ¿qué lo sorprendió?

J.C.B.: Los gigantescos archivos de ADN. En esos países, a cada persona que se detiene por cualquier causa (desde delito mayor hasta simple contravención) se le toma el ADN. Pensé que en mi país el Congreso ni siquiera trató el proyecto de establecer un registro de violadores... Le digo más: en Londres hay cámaras en todas partes. En las estaciones de tren y de subte, en los shopping, en los aeropuertos. Una persona puede ser filmada hasta veintiocho veces por día, me aseguró un jefe de Scotland Yard. «De otro modo, no podríamos cuidar la seguridad de las ochenta embajadas que hay en la ciudad, ni la de los cientos de miles de turistas que la transitan cada día. Todos los registros, las filmaciones y los ADN se guardan durante ochenta años», me explicó.

P.: ¿Qué otros lugares clave visitó?

J.C.B.: Estuve en Amnesty International. Fui para hacer denuncias, como por ejemplo la desaparición de Julio López, un hombre al que no le dieron la menor protección. También, el violento episodio del traslado de los restos de Perón a la quinta de San Vicente. Dejaron la seguridad... ¡en manos de los sindicatos! El caso de los fondos de Santa Cruz, la sobrefacturación en la empresa Skanska...

P.: ¿Cómo fue su paso por Italia?

J.C.B.: En materia de seguridad vi algo asombroso: la gendarmería del Vaticano tiene tan alta tecnología que le bastan ciento cincuenta hombres para custodiar a los 50 mil residentes fijos y a los 290 mil que, por día, recorren los museos.

P.: ¿Estuvo con el Papa, con Benedicto XVI?

J.C.B.: Sí. Fue el último acto del viaje. Apenas me vio, dijo: «Axel Blumberg». Y me despidió con estas palabras: «Trabaje por la Argentina. Trabaje por ese país tan querido por nosotros. Hable con Bergoglio, hable con los obispos». Y lo mismo me dijeron el cardenal Renato Martino y monseñor Leonardo Sandri, ese argentino que fue tan importante durante el papado anterior. Los dos coincidieron: «En la Argentina se han perdido valores fundamentales: familia, educación, moral. La corrupción ya está enquistada.Es un país riquísimo,pero cada vez con mayor pobreza e indigencia». Lo peor es que tienen razón. Cómo será, que el Papa me regaló una imagen de la Virgen Desatanudos...

P.: En sus reuniones, ¿ habló de los problemas de la Capital?

J.C.B.: Largamente, y en todas partes. Les dije, para sintetizar, que en Buenos Aires faltan seguridad, educación y hospitales, y todo se inunda en cuanto cae una lluvia fuerte. También hice un balance de mis giras por la provincia de Buenos Aires: la mitad de la población no tiene agua potable, el nivel de delitos es casi récord mundial, hay constantes cortes de energía... Pensar que hace quince años Brasil parecía un satélite argentino, y hoy nos triplica en todo: en exportaciones, en cabezas de ganado, en industria...

P.: Final: ¿será candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires?

J.C.B.: Afirmarlo cuando falta tanto es una irresponsabilidad. Pero ya le dije: estamos cerca...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"Pero sigue atada a la politiquería barata, siempre con las mismas figuras, con discursos obsoletos."
¿Qué propone el falso ingeniero? ¿que gobierne una elite ilustrada elegida por él?

Anónimo dijo...

Buenísima la entrevista a Blumberg. Sin cambiar una sóla palabra de todo lo que dice, lo ponés en boca de un antiblumberista y es un argumento contundente para pegarle al habilitador de labores en fábricas. Che, por más que sea un diario recontra hijo de putas, hay que reconocerle a Ámbito que puso en tapa la truchada de Juanca. Aunque seguramente debe tratarse de una opereta a favor de De Narváez que dicen que quiere comprar el diario.

Anónimo dijo...

Y hablando de De Narvaez (que es Francisco). ¿vieron A24? lo siguen a todas partes cual cámara de GH. Es patético.