03 julio 2010

Fernando, un verdadero Signorini

El preparador físico de la Selección Argentina, Fernando Signorini, en su tercer campeonato mundial, ’86, ’90 y ’10, todos junto al Diego, es una rareza en el medio. Dueño de una filosofía particular y, sobre todo, personalidad. En 2006, por ejemplo, había defendido el gran cabezazo de Zidane a Materazzi por defender su dignidad. "La dignidad está por encima de todo, incluso de un Mundial", dijo, y, también dijo que Zinedine “lanzó un mensaje maravilloso, en este mundo globalizado con tanto utilitarista dando vueltas, a lo mejor es imposible que lo entiendan”.

El siguiente es un extracto de la excelente entrevista que le hiciera el diario español El País. Y que hubiera sido parte de una publicación comercial, de no habernos quedado afuera. Me refiero a la Selección Argentina del Diego. Y al raro mundial de Sudáfrica. Signorini termina su nota con el diario español, señalando que, muchas veces, es el único símbolo de congregación, el ícono cultural más arraigado, el medio solitario con que pueden manifestarse, relacionarse, conocerse, en fin, un preparador físico que dice, con la claridad de un intelectual, lo que los intelectuales no pueden o, al menos no suelen, decir.

A mi no me importa tanto perder, como que haya perdido este equipo. El de Maradona y de Tévez, de Di María y Pastore, a pesar de las ausencias de Zanetti y Riquelme, y de gente como Fernando Signrini, a pesar de los Bilardos, pero por ello mismo, porque me importaba más que ganaran ellos, es que cuando los ví tristes pero tranquilos, se me empezó a pasar la angustia. Se puede perder, y se puede perder contundentemente, y que siga siendo algo mucho mejor que ciertos triunfos vergozosos. Prefiero tenerla adentro peleando por el bien, que viviendo de las migajas que se le cae al mal.

De la charla con los jugadores. “Hablamos de cómo organizar la entrada en calor. Eso lo delego en ellos. Para eso son profesionales y son el mejor equipo del mundo. No puedo ser el vanidoso de turno que va a hacerse ver, va a poner conitos y a dar órdenes. Los invito a pensar y los comprometo para que cada uno elija lo que hacer. Acentúo esa confianza del delegar. Ya dijo Atahualpa Yupanqui, ‘la vanidad es yuyo malo que envenena toda huerta’”.

De las lesiones. “Antes se lesionaban menos porque entrenaban menos. La pubalgia es una enfermedad nueva, la locura del entrenamiento, hay que entrenar desde la racionalidad. Cada vez corren más en la montaña y el mar, con el agua hasta las rodillas. Un día, un tiburón se va a comer a alguno”.

De su trabajo. “Cinco siglos antes de Cristo, Sócrates desarrolló esa técnica dialéctica llamada mayéutica. Con preguntas, las personas descubrían verdades que estaban ocultas y que ni sabían que sabían. Eso hay que trasladarle a los jugadores. Fundamentalmente, con una fuerza que no se logra en el gimnasio y que es la más poderosa del ser humano: la del afecto. Siempre les digo, para poder ayudarlos los tengo que conocer. Y los tengo que querer, porque a una persona querida se la ayuda mucho mejor. Hay que tener la capacidad de llegar de manera que sientan el afecto, como una especie de cobertura. Esto no va a cambiar la historia, Argentina tiene dos campeonatos y sin embargo hay niños que siguen padeciendo hambre en un país con todos los alimentos habidos y por haber”.

De la política y el fútbol. “Estamos metidos en una gran confusión. He comprado libros para formar una pequeña biblioteca en la concentración. De Galeano, El fútbol a sol y a sombra, Las venas abiertas de América Latina, libros de Rodolfo Walsh, la biografía de Atahualpa Yupanqui, la historia del caudillaje en Argentina, la biografía de Facundo Quiroga de Felipe Varela, poemas de Armando Gómez, Por qué no soy cristiano, de Bertrnad Rusell... Somos un continente en permanente lucha por una sociedad más justa y me gusta incentivar a los jugadores para que no piensen que el fútbol es lo único que tienen en la vida. Porque si es así van a ser muy pobres por más que tengan mucho dinero. Terminemos con que esto sea una tragedia griega o un circo romano. El fútbol no es capaz de paliar el sufrimiento humano.

De Messi. “Tiene 22 años y lo critican por no hablar. Casualmente, conocí a un tal Maradona al que criticaban por hablar demasiado. Con Lio hasta se comete esa injusticia del patrioterismo imbécil: "Es que juega en España". ¿Y qué tiene que ver? ¡El 60% de los argentinos somos hijos de españoles! Si a los abuelos nuestros no se les hubiera ocurrido viajar seríamos todos españoles. ¡Basta con esta pavada! El fútbol es una cosa tan simple que a mí me da vergüenza ocupar tanto espacio y pensar que las cosas que pueden mandar a este mundo al diablo no son tratadas con profundidad. Cada vez hay más odio, más división, más exclusión... El otro día leí que no hay que tomarse tan en serio la vida porque no saldremos vivos de ella. Tampoco tenemos que tomarnos tan en serio el fútbol y mucho menos cuando ganamos”.

De la fuerza de las convicciones. “Cuando a los barbudos cubanos los hicieron pedazos y quedaron doce por la selva, Castro pronunció la famosa frase ‘Ahora sí estoy seguro de que cumpliré con la revolución’. No dijo ‘Bueno muchachos, ahora vamos al gimnasio, a la máquina isocinética, a hacer pesas, porque tenemos que derrocar a Batista’. ¡No tenían ni fusiles! Si fuera un problema de músculo Schwarzenegger sería el mejor jugador del mundo y no puede jugar ni con la mano. Hablan de velocidad y cuando Ben Johnson jugó al fútbol en Canadá lo echaron a los dos meses porque llegaba siempre último. El fútbol, como todo juego, es misterioso, y muy difícil. La moda de Cristiano está bien, pero no juega bien por tener músculos, se ponga más crema y haga abdominales.

Del misterio. “¿Por qué salen tantos talentos de cuatro chapas y cuatro cartones? Primero no los ayuda nadie. Y cuando trascienden todo el mundo les exige que: hablen bien, no se coman las eses, sean políticamente correctos, no hablen en contra del dogma, ni religioso, ni social, ni político y, sobre todo, no hagan trastabillar el privilegio de los privilegiados. Es todo un asco. De eso me gusta hablar con los jugadores. Son un símbolo para millones de chicos, desprovistos de información y que no creen en la clase política. ¿Por qué no van a creer en estos nuevos profetas que no tienen cruz ni libro sagrado pero tienen una pelota? Si la pelota sirve para abrir la mente de los chicos y que sepan las verdades desde el principio, bienvenida sea”.

De Maradona

. “Si el fútbol no hubiera existido lo habría inventado él. Como es un tipo de fútbol todo discurre con normalidad. Por más que cada vez que se abre la ventana se arma un lío bárbaro porque hay que vender con su vida y con su muerte. ¿Por qué despedazarlo? ¿Por qué pasó por la droga? ¿Creen qué se drogó porque quiso? Fue una manera de evadirse de una tensión para la que nunca estuvo preparado. Es un chico que se hace querer, muy atento y muy cariñoso, del que seguirán hablando dentro de mil años. Para mí trabajar con él es una maravilla. La Selección argentina con él como técnico es un hito en la historia del deporte. Estamos como nenes delante de un frasco de dulce de leche. Lo disfrutamos con los ojos. Con todo. La vida interior de la selección bulle como una colmena. No por el orden sino por la dinámica. No somos Suiza. Hasta el último día no supimos ni en qué avión volaríamos a Suráfrica, ni qué día, ni a qué hora. Pero una cosa era segura: volaríamos”.

28 junio 2010

Todos a Atlanta

Todos a la Asamblea Extraordinaria de la UTPBA

La conducción de la UTPBA convocó para el próximo martes 29/6 a las 20 (como para que los trabajadores de prensa no la tengan fácil) a los afiliados, a la Asamblea Extraordinaria en la que se elegirán a los miembros de la Junta Electoral que será determinante en las próximas elecciones del gremio.

La cita es en el gimnasio del Club Atlanta, en la calle Humbolt al 300.

Quienes integramos La Gremial de Prensa convocamos a los afiliados y a todos los trabajadores de prensa a ser protagonistas de un momento histórico.

Los afiliados que acrediten identidad (llevar documento y recibos de sueldo, en el caso de los que trabajan en relación de dependencia, o carnet o cupón de pago para el caso de los colaboradores) podrán ejercer su derecho a voto; quienes se queden afuera harán el aguante junto a otros compañeros trabajadores de prensa y podrán aprovechar la ocasión para intercambiar ideas y opiniones.

Si logramos que la composición de la Junta Electoral refleje la realidad del gremio y de los trabajadores, vamos a trabajar intensamente para que las elecciones de autoridades sean transparentes y expresen lo que quiere la mayoría.

La UTPBA la recuperamos entre todos.

Si fortalecemos nuestro sindicato, nos fortalecemos los trabajadores.

Para que las empresas no avasallen nuestros derechos,
Para que la salud de los afiliados a la OSTPBA vuelva a estar en manos de los trabajadores de prensa,

Para que los laburantes del gremio volvamos a tener paritarias que fijen un piso para nuestros salarios,

Para reconstruir el tejido gremial,

Para volver a tejer lazos de solidaridad,

Para volver a reconocernos como laburantes:

¡el martes 29 todos a la Asamblea!



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Apuesto a que son pocos quienes desconocen la identidad del dueño de los ojos de la foto que encabeza este post. Imagino, es más, que ninguno de los que lleguen a este blog.
En el corazón, en el propio horizonte idealista, en el mapa cultural o en dónde quiera que sea, casi todos llevamos, retina mediante, la imagen compuesta por este conjunto.
Los marcos gruesos de unos anteojos negros, patilla gruesa y negra que, recta, se pierde detrás de la oreja pequeña, y que forma líneas paralelas con la otra patilla, la del escritor, y con la línea de unos párpados que cuelgan ajados como una toldería vieja o un overol, y que dibuja paralelas con la recta que proyecta la rasgadura de sus ojos y con las líneas que en su frente ha trazado el asombro. Trazos paralelos de un plano perfecto, apenas cuestionado por elevaciones orgullosas e independientes de sus pómulos y por el desborde de unas cejas tupidas que se resisten a ser ocultadas. Pequeños, distantes, de un brillo azabache y detrás de los inevitables cristales, unos ojo, oscuros como agujeros espaciales absorben luz continuamente. Pero, sobre todo, esas combinaciones, el dibujo, es la imagen que remite inconfundiblemente al escritor, periodista y militante Rodolfo Walsh. Asesinado por los militares de la última dictadura militar.
Pero, ¿por qué todos conocen esa imagen? ¿Esa figura? ¿Por qué a casi todos les resulta familiar esa persona?
¿Es que todo el mundo está al tanto de la lista de los grandes periodistas argentinos? O ¿es que todos valoran la pluma del autor de Los oficios terrestres, a pesar del desprecio de la Academia? ¿Es que el popular ajedrez, y no Esa mujer, instaló al hombre en el corazón de los argentinos? ¿Será, tal vez, que la mayoría de la sociedad tiende a canonizar a las víctimas del terrorismo estatal o será que su imagen se vio favorecida por la maquinaria mediática, que no tiene opción más preferida que el inofensivo enemigo muerto?
Para mí no es nada de ello. Así como tengo la sensación de que todo el mundo conoce a Walsh, también tengo la de que las señas particulares, las virtudes, las hazañas, el compromiso, la ética, en fin, todo, talento y producción, como los del fundador de la agencia de noticias ANCLA, influyen en muy pocas personas. La historia está llena de talentos olvidados, de excelentes profesionales anónimos, de grandes artistas expulsados por el canon y de ejemplos de éticas, honores y generosidades abrumadoras.
La contundencia de personas como Rodolfo Walsh, la de la imagen de íconos de esa talla, su persistencia y su trascendencia, etc., procede para mí directamente de la militancia de las personalidades, del núcleo político que condensa, organiza y articula, por ejemplo, tanto su concepción de mundo como sus producciones. Aunque deban sortear, en general, resistencias o rechazos, institucionales y/o personales; versiones manipuladas, parciales o interesadas de los relatos que rescatan sus biografías; olvidos ideológicos, adaptaciones forzadas, vacimientos de contenidos... en fin.

Políticas fueron las medidas que organizaron a las comunidades de los pueblos originarios, como políticas, las expediciones marítimas europeas, las invasiones y los asesinatos de la conquista. Políticos fueron los representantes de la corona española y su represión, políticos los revolucionarios, políticos los caudillos y políticos los traidores. Políticos, los que dieron la vida por la patria, y también los cipayos. Políticas fueron las proezas que determinaron la expulsión de la mayoría, políticos quienes las pergeñaron. Tan políticos como los piquetes y todos aquellos que los organizaron.
Política es la Iglesia jerárquica, de tradicional complot antipopular, que se asocia al capital, bendice armamento, oculta abusos y, ostentando un poder que es sólo dominio, impone su conveniencia. También política. Sirviéndose de una inmensa y omnipresente red de obediencia, que ha sabido construir y distribuir con suma habilidad -de qué tipo, sino- política. Igual de política que la Iglesia de los curas del tercer mundo. Y que la de los curas villeros.
Política es la noche de Tinelli y la pluma de Roberto Arlt y la de Jorge Luis Borges y la de Cortázar.
"En casa de herrero, cuchillo de palo", dice el refrán, seguramente, nacido en una época en que los herreros gozaban de gran importancia, seguramente, asociada a su utilidad, de incumbencia cuantitativa, y a su arte, dentro del ámbito cualitativo. Si el colmo de un artista del hierro es tener utensillos de madera en su hogar, el del ciudadano, en tanto que sujeto político, es el de renegar de la política, rechazarla, regalarla.
El escritor es escritor por lo que escribe, el constructor es constructor por lo que construye, el pintor, por lo que pinta, el jugador por cómo juega; trasladado al ciudadano, al sujeto político que somos, al individuo libre comprometido con la democracia, con la soberanía política y la participación, ¿de qué clase somos?
Y ni hablar del periodista y los cuchillos de palo en la casa del defensor de la verdad de hierro, de palo los cuchillos de su compromiso con la lamentada libertad de expresión.

Todo esto para preguntar a los periodistas si no es un buen momento para defender nuestras instancias de participación, nuestro derecho a planificar el propio estar mejor, derecho a paritarias, a que nunca más suceda lo que en los '90 con nuestro gremio, nunca más la entrega... para mí que hay que ir.





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Pequeña reseña
La UTPBA nació en 1986 de la síntesis de dos gremios, hasta allí separados por diferencias político-ideológicas: la Asociación de Periodistas (Apba) y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires.

Desde 1984, las asambleas y plenarios de delegados fueron el mecanismo para encontrar la unidad entre ambas organizaciones. Recién se salía de una larga intervención militar, durante la cual, agrupaciones como el Frente de Trabajadores de Prensa, la Coprepren, la Scalabrini Ortiz, el MNP o la Azul y Blanca, más los compañeros independientes, mantuvieron la llama del trabajo gremial.

En sus primeros años la UTPBA heredó ese trabajo y organizó al sindicato con cuerpos de delegados, asambleas y plenarios, desarrolló una intensa campaña de afiliación, recuperó compañeros que habían estado presos, exiliados o ajenos a la tarea de prensa, recuperó la obra social y el derecho a la salud de sus trabajadores, incluyendo áreas paralelas como la compra de un excepcional predio para esparcimiento y recreación en Moreno; desplegó una inclaudicable lucha por los derechos humanos junto a otros gremios y organizaciones humanitarias, articuló con otros espacios de tarea sindical nacional, regional e internacional, etc.

Desde LA GREMIAL queremos recuperar esas funciones.
Enfatizar la labor gremial y de capacitación que debe tener un sindicato sin que nadie se enquiste allí, ni se sienta dueño de una organización, por naturaleza colectiva, respetando a sus bases y a sus representantes, los delegados, acompañando a los compañeros que enfrentan negociaciones o conflictos en sus empresas, peleando por mejores salarios y condiciones laborales, afiliando a nuevos trabajadores, haciéndolos parte de este proceso, capacitándolos. Recuperando a todos los compañeros que hicieron y hacen el gremio. A los que desde el lugar que les toque siguen defendiendo los intereses de los trabajadores.

26 años es mucho tiempo.
Creemos que hace muchos años la actual conducción, cuyos principales dirigentes son los mismos desde hace veintiseis años, se enclaustró y se alejó de esas directrices; y que la UTPBA necesita estar a tono con el mapa gremial actual, sin suponer esto que quienes simpatizan todavía con la conducción no tengan cabida en una experiencia renovadora como la que planteamos.

La concentración cuasi monopólica de los medios, la aparición de diversas formasde trabajo precario y en negro, así como el nacimiento de medios alternativos -Pymes, comunitarios, cooperativos-, requieren de un modelo sindical que atienda las múltiples demandas que surgen de los trabajadores.

Este modelo no es patrimonio de ningún sector determinado sino de los trabajadores en su conjunto. Con la bandera de la unidad..."