25 noviembre 2009

Operando con Mirtha Legrand




El siguiente video es otro hallazgo de Penélope Glamour -agradecimientos-.

Programa de Mirtha, año 1978, que muestra claramente, como si hiciera alguna falta, que no es que la anciana ahora esté gagá sino que mantuvo una conducta intachable por más de 30 años, al menos. Impecable trayectoria facha, un cuidado estilo gorila, de trasfondo profundamente cínico, de responsabilidad políticamene cómplice, siempre aliada a la peor parte de entre los grupos de poder más nefastos de esta patria bendita. Es decir, una conchuda histórica, de dedicación full time. Y full life.

No sé si es muy conocido, pero es una joya. Muestra prototípica, básica, evidente, grosera, como una obra de títeres con los hilos muy gruesos. Una operación -opereta- política hecha espectáculo. Producción televisiva. Es la puesta en escena, no de los servicios de inteligencia secretos, sino de los servicios de abobamiento públicos. (1)

La propaganda oficial directamente guionando los contenidos de un producto cultural de consumo masivo. Gorileando con Mirtha Legrand, Alcahueteando con Mirtha Legrand, Operando con Mirtha Legrand, Discriminando con Mirtha Legrand, Asesinando con Mirtha Legrand, Reaccionando o Peteando o, qué se yo, Arrinconando jovencitos con Mirtha Legrand...

En este video, la señora es tan soreta como siempre, pero joven. Susana Giménez parece un ser coherente a su lado. Es una de las invitadas. Junto a una joven Ginette Reynal, que no envejeció treinta y pico de años, el actor Claudio Levrino, y un cantante salteño de nombre Laureano Brizuela, una especie de Micky Vainilla melódico que, según fuentes no del todo confiables, tras su activismo pro dictatorial aquí se lo premió en un concurso de la canción en Puerto Rico, tuvo cierto éxito en Miami y serios problemas legales en México por evadir impuestos. Podría protagonizar la película El camino del gusano.

Susana también tuvo problemas de esos, aprovechándose de la legislación que ampara a los dispacitados. Paradójicamente, burlando al sistema de seguidad social estatal, ella, que reclama tanta seguridad, robándole la ayuda económica. Una picardía de parte de los mismos que después critican a D' Elía como un pensionado del Anses.

Su varias veces estuvo a punto de meter la pata con el plan de la "campaña antiargentina" que los indignados, indignantes e indignos comensales venían a defender. Después, para pavor de la abuela de Juanita, se esmera en distinguir que "carencia de información es una cosa y una cosa antiargentina es otra cosa". "Yo no lo noté", afirma Su con transparencia, y considera que lo que hay, más bien, es una "falta de cultura total".

El tamiz del tiempo y su impactante comicidad.

"¡No puede ser que alguien, por más que viva en Londres, no sepa que Buenos Aires es la capital de Argentina!". Mirtha la desprecia como a Karina Olga Jelinek. Su no era lo que hoy, ni de la talla de invitados como "el príncipe de Orleans y Jean Cacharel". Que estaban en el país como parte de una comisión veedora de la siniestra situación política. Mirtha evoca la visita, pero oculta especialmente el marco de preocupación internacional por las violaciones a los derechos humanos, ¿es socia de banda de criminales comandada por Jorge Rafael Videla? Evoca la visita para fanfarronear y para volver a la campaña en contra del país, por parte de los mismos europeos cuyas similitudes con nuestro pueblo, minutos antes, lo categorizaban. "Lo único que les pedí es que realmente reflejaran lo que pasaba en el país".

Según Legrand, preguntó a los distinguidos enviados por las causas de las dolorosas críticas que desde Francia se hacía a la Argentina, volviendo a ocultar los terribles motivos que engendraban tales reproches, e insinuando que los otros compartían su certeza.

Mirtha Legrand: "En un momento yo les comenté que 'cómo se ataca al país desde Francia' y me dijeron algo muy inteligente. 'Usted sabe que también se ataca a Francia en Francia'".

La fruilla del postre-helado Metida de Pata la volvió a poner Susanita cuando, como Mirtha, no entendió la insinuación de los comisionados descartando que los reclamos constituyan una afrenta nacional, y de vuelta presa del candor e inocencia que la caracterizan, comenta la siguiente reflexión en pleno proceso dictatorial, lo que demuestra dos cosas: una, que la rubia nunca supo bien cuándo los dinosaurios estaban vivos y cuándo no, y, dos, que con el extremo sentido del humor de Susana no se entiende porqué los libros de sus sketch son tan malos:


"Lo que pasa es que en Europa todo el mundo dice lo que se le canta de todo el mundo, inclusive en Inglaterra contra la reina, o frente a Bukinham, o sea, ponen un cajoncito ahí y se paran, o sea, hay una libertad total, total, o sea, pero la gente puede hablar de lo que conoce, eso es lo que detesto más en la vida, que la gente juzgue y hable de lo que no conoce".

El exrañamente extinto Claudio Levrino, aportando a su papel del muhachito del momento, sólo interviene para sostener su carisma, su imagen de pibe que con el éxito no abandona el barrio. En este extracto invaluable del programa sólo se lo ve celebrar la obtención del título mundial de fútbol, defendiendo el certamen como el certificado que documenta, ante la sensación general del ataque foráneo, y de manera inapelable, que "por lo menos por 4 años somos los mejores del mundo". Levrino murió a los dos años.

Ginette Reynal habla de su ocupación al frente de cierta organización oficial del gobierno de facto de una especie de feria regional con productos típicos -carnes, vinos...-, un desfile y un programa de televisión en cada país, con la "moda habitual de la Argentina". Mirtha, que ahora critica los viajes presidenciales, en el '78 se apuró a cacarear "¡que buena campaña! es una buena política". El engendro de Brizuela destaca la "muy importante" y "necesaria" iniciativa porque, "uno que está afuera", en referencia sí mismo, pude dar cuenta de que "es muy notoria la campaña antiargentina que hay". Y arremete: "Hay un desconocimiento total de lo que pasa acá. Nadie sabe la traquilidad que, aún en los momentos más críticos, se ha respirado acá".

Ginette defiende la organización del mundial: "Lo que pasa es que frente a una pelota de fútbol somos todos iguales".

Facho y Bizarro: Vuelven del corte y Brizuela se queja de las barreras del "mercado americano" (usa "americano" por "estadounidense") y cuando Mirtha le explica que están al aire empieza a resaltar los supuestos valores de una Argentina europea, distinta del negraje latinoamericano. "Adonde uno entra, dicen 'este es argentino'".

Es el Día de la Primavera y las damas tienen flores pegadas en la cabeza.



NOTAS:
(1) "Servicios" en el sentido que conocemos. No en el de la provisión de agua corriente o de energía eléctrica, sino en el del plural del agente de una fuerza de seguridad cuya tarea de vigilante requiere investigación, estudio, análisis, recopilación de datos e informaciones útiles, en fin, la producción de saberes cuyo objetivo es el de beneficiar la labor de dichas fuerzas en el mantenimiento de la paz, en el resguardo del orden constitucional velando por el desarrollo y la promoción de los compromisos y los valores que rigen a la Carta Magna, y la vigilancia del cumplimiento del tan extrañado contrato social, hoy más olvidado que Jorge Julio López. Hoy es de público conocimiento que no sólo el desempeño de los "servicios" sino el de todas las fuerzas de seguridad no fue el correcto y, como a la Política y todos los demás estamentos, le pasó el triunfo de los peores por sobre los mejores por ser los únicos con el estómago capaz de digerir la propia situación de traidores cipayos, asesinos, represores, mercenarios, etc., gracias a lo cual pudieron aprovechar la alianza con el imperio, negocio que les representó el ingreso de un par de monedas ni siquiera bien pagadas, porque en la mayoría de los caso las debían separar del botín de sus hermanos, aquellos cuyas vidas se comprometió por contrato a apagar.
Es tan discutible el uso de la palabra inteligencia en el cargo de Servicio de Inteligencia, como revelador el término "Servicio" que, entendido en clave liberal -en su peor uso, en términos de economía política-, indica claramente su voluntad de empresa con fines de lucro, por lo tanto, ocupada en cumplir con su producción y con su lealtad comprometida únicamente con sus clientes.
Si la producción de saberes se dirigió hacia el mal, atentó contra la soberanía, contra la libertad, contra la humanidad y los principos básicos de bien y de mal establecidos en todas las sociedades, religiones y culturas, si fue herramieta de la peor miseria que fu capaz de producir nuestra humanidad, no quiere decir que dicha labor no sirva. Así como la corrupción no abole el papel fundamental de la política, ni como tampoco el proceder amoral y antiético de ciertos mercenarios autoproclamados periodistas suprime la importancia social de este oficio.