02 mayo 2011

El Día de los Trabajadores y la pena (del) Capital

Está bien, vos después pinchás en la imagen y te enterás de todo, Google es de lo  más grosso que ha dado la cultura actual, pero, Sr. Google, hoy es el Dia de los Trabajadores, ni el Dia de la Industria, ni el Día de las Herramientas y los Medios de Producción, ni el Día Internacional del Capital. Y su dibujo, Sr. Google, no tiene un sólo trabajador.

Este día homenajea a los trabajadores pero, como cualquiera que tenga acceso a Google puede encontrar, el homenaje se instauró un día como hoy, porque un día como hoy, hace 125 años, los obreros de Chicago se cansaron de la flexibilización laboral, si se me permite la licencia idiomática y temporal, y empezaron una huelga que tuvo gran apoyo y cuyo eslogan era "Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa".

Los Trabajadores resistieron una gran batalla contra el Capital, y los palos de los batatas de entonces que podía pagar, y las traiciones sindicales, también a buen precio, y la eterna lealtad represiva policial, aunque no logró resistir del todo contra el también barato ejército mediático y el poderoso y siempre aristócrata brazo judicial.

Porque, si bien el 1ro de Mayo unos 200 mil trabajadores iniciaron la huelga que otros 200 mil apoyaban con la amenaza de seguirlos en la medida, la lucha, que fue el resultado de al menos dos años de reclamos, en la industrial y esclavista Chicago, se mantuvo un tiempo, el 2 y el 3, los trabajadores, unidos y en la calle, le demostraban al Capital que su policía por la fuerza no les iban a ganar y fue el 4, cuando seguían firmes en esa postura a pesar del recrudecimiento del embate de los uniformados, el Capital, que no carece de recursos, consiguió un infiltrado barato que tirara una bombita incendiaria y por el módico precio de un leal agente muerto y otro par de leales heridos, terminó aceptando la obvia jornada de 8 horas promulgada por Johnson, pero ni dos meses pasaron que los jueces, en un juicio inmundo, ya se habían cargado a los activistas anarquistas que comandaron la lucha, acusándolos del desmán: Los mártires de chicago.

El 1ro de Mayo se celebra, justamente Sr. Google, el inicio de la épica lucha de esos trabajadores por la dignidad.

No se celebra ni el 4, cuando fueron trampeados por el Capital, ni el 21 de junio, cuando empezó la payasada judicial con que el Capital, a fuerza de horca y cadena perpetua, les hizo sentir todo el rigor del escarmiento. La pena (del) Capital.

Los medios de producción, Sr. Google, históricamente, al menos en la cultura en que Google nació y se convirtió en una de las cosas mas grossas de esa misma cultura, son del Capital. Los medios, el dinero, las herramientas, son del capital, mientras que los obreros venden su fuerza de trabajo, la que se organiza, se desarrolla y se paga en relación al tiempo. El reclamo por la jornada de 8 horas es la traducción del reclamo salarial, redistributivo, participativo, democrático, equitativo, etcétera. Es sinónimo de la súplica por un poco de libertad, por algo menos de explotación y un contrato menos leonino o usurero o injusto entre el Capital y los trabajadores. En síntesis, representa la tensión existente entre la clase empresaria y la clase trabajadora.

Entonces, Sr Google, con sólo buscar en su invento virtual, advertirá que su dibujo de hoy parece más un homenaje simbólico al enemigo de los trabajadores que a los trabajadores. Ojalá que los suyos no sean tratados con el mismo descuido. 
     
Usted podría decirme, "justamente, somos un buscador, el mejor buscador del mundo, y un buscador se encarga de completar la información que al que busca le falta, sirve para encontrar lo que uno no conoce, lo que no está. Y el dibujo representa eso, porque dinero, fábricas y herramientas no sirven para nada sin los trabajadores y, en este caso, son los de Google los que completan el arte de nuestro logo de hoy".

Pero yo podría contestarle que, si fuera cierto, no sería una mala idea, aunque, para el caso, podrían haber sacado a los atletas del logo de las olimpíadas o a los animalitos del Día del Animal o a las flores y las mariposas del Día de la Primavera, disculpe que desconfíe de que justo inaugure su performance artística cuando de los trabajadores se trata.

No le critico su ideología, Sr Google, nadie puede desprenderse de ella, critico que en su nombre traicione a su clientela, a sus consumidores, a quienes acuden a usted con la ilusión de buscar información libre y conocimiento genuino. Un buscador no se puede hacer el boludo, Sr Google.  

Le dedico un muy feliz Día de los Trabajadores, Sr Google, a usted, a todos sus trabajadores, y a todos los trabajadores del mundo. Espero, me comprenda, uso el google pero soy de otra generación, para la cual no había mejor buscador que Polo Polosecki.