Es cierto, una vez no lo quise a Palermo. A Martín Palermo, pero era joven y la verdad que le salían goles que era mejor no hacerlos. Daban asco. Después entendí las dos cosas que hasta ahí no: que hay gente que gustaba de goles sean como sean, y que si bien el tipo es malo, tiene una idea tan divertida y tan linda del fútbol que a veces le salen cosas fantásticas. Después, un torpe como todos nosostros. Un poco menos.
Pero ahora lo quiero, por esas dos cosas que antes no conocía, y porque ahora está pasando que me llevo mejor con los jugadores que son de mi generación que con los que recién salen. Ahora yo quiero que sea una leyenda. Que termine su carrera a pura mediachilena. Quiero que se amigue con Román, una madrugada, yendo al cabaret, con el coco y Palacio.
Pero, no es obligatorio simular un penal. Sessa lo increpa -Sessa es un boludo, ya se sabe-, le dice del penal y Palermo le pregunta "¿es culpa mía?", "¿a mí me decís?". Como su fuera obligatorio simular porque todos simulan y sino es dar ventaja.
Y me hubiese dado lo mismo que lo hiciera, porque está dentro de las picardías, pero ahora que Palermo empezó a dar conferencias pidiendo seguridad. O que no digan lo que ganba "poque uno tiene familia a su alrededor" "poque atrás de uno hay una familia" "y en los tiempos que vivimos"... Digo, si Boca necesita robarle el arroz de la cartera a un Gimnasia casi descendido, cómo no entender a un punga en el subte. No hinchen las pelotas, no se preten al lamento matanegro que acaba de terminarSusana, Moria, Piazza y la concha de tu madre.
3 comentarios:
Lo de Sessa y Palermo con el penal me lo perdí. Pero por regla general estoy con Sessa y en contra de Palermo.
jugaba contra GELP, lo quería mandar a la B... va por ahí la mano. Igual no es santo de mi devoción, imaginate que soy gallina...
Aguilucho ¿cómo vas a estar con Sessa y en contra de Palermo?
Sessa está en mi terna de los más boludos del fútbol nacional de todos los tiempos.
Y Eduardo,todos tenemos excusas. Hasta los de la UCEP deben tener un motivo para hacer lo que hacen. Digo, y me refiero a que Palermo es el menos dañino en este cuadro -yo también soy gallina- pero sirve como ejemplo. Lo que digo es que todos somos buenos hasta que nos ponen en riesgo de perder algo.
Podría haber apuntado al árbitro, pero me dirían para estar ahí tiene que haber entregado el alma al diablo. Y así sucesivamente.
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