13 julio 2009

Empresario es hombre malo (baja edad de imputabilidad)

Empresario nacional lúmpen, siempre a la moda, en los 90 elegía y despedía gente a imagen del neoliberalismo, con la frildad d un cálculo.

Recuerda haber pensado ‘estos no entienden nada de reduccióon de costos’ y recuerda un viaje, qué viajecito, pero no recuerda haber pensado en no comer. O que sus hijos no hubieran comido.

Empresario siquiera sintió responsabilidad con la multiplicación de la gente que a la vuelta del cine comía de la calle y dormía en la calle. Sí, logró que su discurso incorporara argumentos como "el Gobierno debría llevarlos a trabajar tanto campo improductivo", o "no los discrimino, pero son los dueños de la calle", o "no me molesta que me pidan, me molesta que no tengan ningún respeto, casi que te lo ordenan".

Empresario Lúmpen, convencido de que nunca juzgarán sus complicidades, grita Inseguridad para señalar a los hijos de aquellos desplazados que quizás vuelvan por venganza, y conciente o inconcientemente, no creen justo hacer un curso rápido de la occidentalidad que les negaron y, tras convertirse en un buen salvaje, entregarse nuevamente al sojuzgamiento de un infeliz que no sabe nada de nada.

Pero Empresario sabe que sigue decidiendo. Y castigando. Porque los occidentales han pasado por la escuela y la televisión, que no tan encubiertamente ordenan las cosas de ese modo. Empresario posee una instancia de decisión y distribución que otorga poder a él, a su ideología, a sus elecciones, consumos, rechazos y reproducciones culturales.

Dijimos que Empresario no es original y corre detrás del resto mundo, mientras se mofa del desarrollo nacional. Empresario al fin reconoce que tiene miedo, "no por mí", dice, y dice otras mentiras como "al final, los que estamos tras las rejas somos nosotros" y "como son menores, hacen lo que quieren".

Empresario consiguió que su participación, sus consumos y su estatus decidieran convertir en responsables penales a niños de 14 años, justo enfocado a aquellos sin herramientas para desarrollar cosa alguna más que una enfermedad. Empresario comió todos los días, se abrigó, vio cable y no logra ser responsable, pero lo pretende de unos niños.

Empresario es un señor tan malo y perverso que hasta puede ser capaz de convencer a todo un país de que los niños y los desposeídos deben pagar sus deudas, las deudas de Empresario.

9 comentarios:

Ajenjo dijo...

Un par de obviedades que ninguno se acordó a la hora de aprobar la baja de la imputabilidad.

A los 14
- no podés manejar
- no podés salir del país
- no podés trabajar (en teoría)
- no podés votar

Pero podés ir preso, y si las cárceles están llenas de pobres, ahora las van a llenar (mas aún) de chicos.

Sebastian dijo...

Para que asocian la baja en la edad de imputabilidad a los empresarios?
otra: por que la asociacion empresario-malo?
si no hubieran empresarios, o emprendedores, en donde trabajaria la gente?
Es malo emprender? Es malo ser empresario?
Que proponen? Proponen algo?

Anónimo dijo...

Che, Peronista explicame esto?
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1150638

Ulises Dumond dijo...

Sebastián, la asociación entre "baja en la edad de imputabilidad" y "empresario" es un poco libre y un poco no. Libre, en el sentido de que podía haber elegido cualquier otra agrupación, quizás hasta más efectivas, "tachero", "señora gorda del mercado" o "cacerolera de barrio norte", por ejemplo, pero elegí tomar al tan bien visto "empresario", porque en los papeles, es quien goza de mayores beneficios. Algo varias veces explicado en este espacio, incluso en esta misma publicación que comentás. Aun siendo un pequeño empresario, sin poderosas entidades que los agrupen y representen o sin relaciones políticas a dónde ir a reclamar la devolución del oportuno aporte, por ejemplo, desde su lugar en la cadena de producción-distribución hasta su posición de consumidor, goza de un lugar de privilegio. De la instancia de decisión y poder que ocupa el empresario dentro de una empresa, desde la dirección en que decida conducirla hasta los métodos de selección, control y trato que es capaz de brindar a sus trabajadores hasta la operación política consistente en que sus consumos, selecciones, pretenciones, contrataciones, preferencias, etcéteras, están regidas por sus cercanías, conocimiento, constumbres, y otros tantos etcéteras. En fin, todos sabemos cómo influyen los consumos en la política de todos los países, y todos sabemos también cómo se incrementa su influencia en países poco o mal regulados como el nuestro. Parte importantísima de lo que se llama reproducción cultural. (sigue)

Ulises Dumond dijo...

(continuación)
Ahora bien, a pesar de ello, cuando escribía esta publicación que comentamos, no pensaba en el pequeño ni mediano empresario, pensaba en el que tiene –o tuvo, me gustaría decir orgullosamente- regencia sobre la política. Directamente, a través de funcionarios, operadores, barras bravas, sicarios o medios de comunicación. O los que son amparados por instituciones poderosas –sea agrupaciones o cámaras, o una organización con centro religioso, o con respaldo en alguna embajada…-

Pero tenés razón, es más efectivo y cierto si los incluyo a todos. Porque, la verdad, es que haciendo una generalización, aunque no tan injusta, ninguno tiene una idea del contrato social que nos hace a todos responsables por todos, ni tienen una dimensión ética, ni sentido de la solidaridad. Se llenan la boca hablando de humildad, honestidad, refieren costumbres barriales, códigos de amistad o costumbres actuales exactamente iguales a las de años atrás, queriendo demostrar que no cambian al ritmo de su desarrollo económico aunque sólo se trate de un patético retraso, y únicamente intervienen apenas para reclamar por propiedad privada o sus convenientes derechos, esos sobre el cuál suelen mentir diciendo que empieza en dónde termina el de los demás.

Incluso, fue usted empresario Sebastián, en un comentario posterior, que se quejaba de lo que yo decía y auguraba mi cambio de opinión cuando tuviera que mantenerme económicamente o cuando yo tuviera un hijo (dando una muestra gratis de cómo empresario da por hechas sus presunciones, sin saber cómo me mantengo, cómo mantengo a mis hijos o si tengo hijos al menos. Además, haciendo cosa tan odiosa, doble falta moral, como justificar su primer falta por el hijo. Como esos que la boquean en la cancha y después se escudan en el nene que tienen en brazos para que no los caguen a trompadas. Los periodistas también a veces nos justificamos, y nos cagamos en los derechos de los demás con la excusa de “estoy trabajando”, lo que es igual de miserable. Pero no creo que usted piense demasiado.en los desclasados que quizás también por sus hijos salen a hacer lo que pueden. Ni creo que abandone el catálogo de prejuicios, seguramente repite donde puede que los pobres “son vagos”, “no les gusta trabajar”, “lo más fácil es salir a robar”, “el Estado debería obligarlos a la castración después de un número de hijos”, etc.), y además usted me preguntaba si estaba mal ser un empresario o un emprendedor. Claro que no, de hecho si leyó otras cosas de este sitio, sabrá que soy inevitablemente un defensor del pacto leal, regulado y justo, entre la clase trabajadora y la clase empresaria. (sigue)

Ulises Dumond dijo...

(última parte)

Lo que está mal, amigo Sebastián, es la tendencia gorila que los caracterizó siempre. La misma, casualmente, que impone una baja en la edad de imputabilidad, para solucionar con cárcel o bala el problema que su misma clase contribuyó a generar cuando excluyó a los padres de los niños que hoy lo asustan con su morochitud. De quienes ni sabe índices de mortalidad o sus padecimientos por la falta de seguridad.

Desde la época de los conquistadores pasa. Llegaron armados, con las pretenciones esclavistas de apropiarse del territorio. Cuando los “salvajes” se resistieron dejaron de tener alma –como ahora los que fuman paco o aspiran poxi-. Según la versión oficial eran violentos y hostiles, pero ellos fueron los masacrados. Sin voz, como los salvajes delincuentes de 14 años.

La historia es siempre la misma. Y siempre la escribieron los que ganan. Para volver a ganar. Y en el caso de Gran Empresario, tiene incluso a Empresario Mediático que día a día cuenta la historia de ellos mismos, para ellos mismos y por ellos mismos. Obligatoriamente cómplice de Pequeño Empresario, cuando la disputa los agrupa –sea por el relato histórico, por la justicia social o contra una clase diferente-. Sin contar que ve a todos los empresarios como potenciales consumidores o clientes de los productos y servicios que con publicidad u opereta mantienen el medio.

Ojalá no pase nunca eso de volverme un indolente conservador.

Gracias por pasar a todos y, en el improbable caso de que alguien haya llegado leyendo hasta acá, doblemente agradecido.

Sebastian dijo...

Si, yo entiendo que te referías a un coto, a un Fortabat, a un Macri o a un De Narvaez- Pero eso es otra escala en el mundo , digamos 'empresarial'. Esas personas se dedican a mover otras cosas, se dedican al poder, no a emprender. En ese sentido, a mi parecer están mas cerca de la política, y para mi son mal llamados empresarios. Si, vienen del sector privado, pero se dedican a otra cosa.

Si lo de los hijos en el otro post es algo que no volvería a escribir, pero cuidado que caer en el prejuicio es facil(ista):
“seguramente repite donde puede que los pobres “son vagos”, “no les gusta trabajar”, “lo más fácil es salir a robar”, “el Estado debería obligarlos a la castración después de un número de hijos”, etc.”
No sabes si pienso eso o no, solo que es mas fácil pensar que soy así para poder justificar lo que uno piensa y escribe.

No soy empresario. Intento emprender para comer. La ira de mi comentario viene porque no voy a tolerar que me prejuzguen. Ser empresario no es siempre malo. Hay quienes tienen buenas ideas para prosperar y necesitan a otros a su lado, porque a veces con un solo lomo no alcanza, a veces hay mucho trabajo y hay que hacerlo entre varios. Es necesario alguien que organice, una cabeza.
Hay gente que es necesaria la organización, una cabeza que tenga una visión, que los empleados, en general no tienen. Alguien que se haga cargo de las malas, que se arriesgue a tener éxito o a fundirse.
Esa es la parte positiva que tiene un empresario. Habrá partes negativas, las se y las conozco porque las he visto. Quedarse con el capital y no repartirlo es lo que mas se les reprocha, en gral.

Sebastian dijo...

Yo no me termino de tragar eso de que el delincuente es así por culpa de otros. Algo en mi inteligencia me dice que tenga cuidado con afirmar eso. Metete en una villa a preguntarle a la gente porque cree que los chorros son así y nadie te va a decir “porque la vida los margina” lo que mas te vas a encontrar es con respuestas del tipo “porque son hdp” “porque mala gente hay en todos lados”
Ni en las villas justifican a los delincuentes. Porque hay pobres y marginados que no son delincuentes y son lo suficientemente dignos como para no caer en la fácil de que la vida los cagó entonces se cargan un fierro y salen.
En el caso del delincuente es fácil echarle la culpa a alguien, pero la culpa es de TODOS. Del marginador y del delincuente mismo.

Para ponerte un ejemplo de lo que digo. Todos tuvimos en la escuela en compañero que se la pasaba boludeando y renegando de que para que sirve la escuela, empeñandose en no aprender. O un compañero en el laburo que se caga en todo, y después termina desplazado sin laburo y quejándose.
Ahora, la culpa de quien es? De la vida que lo margina o de el mismo que fue un pelotudo y que tomó malas decisiones?

De acá en mas nos vamos a otro tema, de que el sistema está mal y los rebeldes lo saben y se declaran en rebeldía y por eso después quedan afuera de ese mismo sistema. Porque eso no se resuelve desde el mundo empresarial solamente. Eso es responsabilidad de la clase política, en mi opinión. Y dentro de ese ámbito, una parte es la administración del estado y otra, que mal cumplen los políticos es la de marcar el rumbo y el destino de un pueblo.

Arqueros Sin Manos dijo...

"Ni en las villas justifican a los delincuentes". ¡Carajo! Escribió 700 líneas y en una palabra resumió todo: "Ni". ¿Por qué NI en las villas? ¿"Ni siquiera ellos mismos se justifican"? ¿Eso fue lo que quiso decir su "ni"? Espere. Mire: si su idea es expresar que en las villas no justifican a los delincuentes, mejor habría sido que pusiera "en las villas no justifican a los delincuentes", sin "ni"; y no sólo mejor sino mucho mejor, ya que así, por tácita oposición podría entenderse que hay otros sectores donde sí los justifican, por ejemplo el empresario (acá le iba a detallar el ejemplo con más ejemplos pero para qué, si está tan claro y ya lo sabemos todos. Le digo una sola cosa más: el compañero suyo de la escuela que no era buen alumno, busque la culpa en la familia; instrúyase un poco, investigue sobre educación y va a ver que por ahí viene la mano; es así, encontrar culpas intrínsecas es muy difícil, le diría que casi imposible).