30 abril 2007

Gracias

Este blog se resiste a hacer diferenciación alguna entre las madres.

30 años de dignidad, valor, valentía, aguante, voluntad.
Después de 30 años, parece posible enfrentar una guerra sólo con un pañuelo en la cabeza. Echar al espanto a patadas.

Además de amarlas, a mí, particularmente me llenan de orgullo.

Si ellas no hubieran existido, estoy seguro de que este país sería muchísimo peor. Pero el mundo también. Gracias, su dignidad y lucidez son esa luz que no me dejan caer del todo. Su dignidad es esa luz que se mueve para que caminemos, como si viéramos un horizonte, como si fuera posible al corazón de un humano normal soportar el espanto y pensar en alguien más como una madre.

Ustedes me llenan de vergüenza, también. No pareciera que yo y un par de miles de millones nos mereciéramos este mundo. Es un lugar común tan trillado el amarlas, es tan políticamente correcto, que preferí palabras y frases compatibles.

El ridículo sólo se justifica ante la inmensidad. Allí ustedes y sus corazones.

Gracias.

No hay comentarios.: