11 octubre 2007

Paradójico que sea paradójico




Debe de haber distintas escuelas de la Paradoja.



Quizás alguna coincida en encontrar una paradoja en el hecho de que a la gente -los jóvenes- le hayan perdido el respeto a la Fuerza.




Según el consultado consultor Rosendo Fraga, hay tres causas para este flagelo magnánimo: "la baja en la tasa de desempleo, los bajos salarios que perciben y el clima de hostilidad política que se ha generado en los últimos años".



Qué paradoja hay en que un opositor que basa sus ataques y las mentiras de sus consultas sobre ls datos oficiales, pero tiene que reconocer que hay baja de empleo. Al mismo tiempo también reconoce que, al menos una porción, se decide por la carrera de las armas como una salida laboral. Lo que pone en duda la volanta que alarma con una reciente resignación del "espíritu castrense".


Qué paradoja que señale los bajos salarios cuando la banda que representa él fomentó los bajos salarios generales y el achicamiento del Estado. Qué paradoja, también, que no haya incluído a la Policía, que padece el mismo problema. Así habría obtenido la paradoja, oh, Qué paradoja, de que los policías se hacen policías por los mismos motivos que los ladrones se hacen ladrones.



Finalmente, Qué paradoja que los esté haciendo leer a uno cuyo currículum sostiene que es hitoriador, que es miembro de número del Instituto de Historia Militar de la Escuela Superior de Guerra, del Consejo Académico de la Escuela de Defensa Nacional y de la Academia Argentina de la Historia, que es abogado y que señala la existencia de una "hostilidad política que se ha generado en los últimos años".



Si por política a la actividad ciudadana le diría que no, que no es en los últimos años que se ha generado la repentina "hostilidad política", pero como se que esta gente toma como Política únicamente al entramado de miserabilidades que despliegan sus mandantes, entinedo que no es más que otro intento de tero, en pos de gritar Qué paradoja para distraer la atención mientras acusa al Gobierno de hostilidad en defensa de su conciencia castrense.



Qué paradoja, se olvidó de que la fuerza estaba plagada de ladrones, asesinos, violadores, saqueadores cobardes, los que no se condicen con ningún ideal de juventud.



Qué paradoja, extraña el servicio militar, pero se olvidó de Carrasco.



Qué paradoja que quienes vienen a reemplazar los índices increíbles del Indec sean estos consultores, analistas, politólogos, vafangulo.

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