11 junio 2008

Códigos

Está bien, es el mismo que le quiso dar un abrazo a Menem por lo del hijo, a Cavallo porque lloró con una jubilada, el que nunca bajó la cabeza con Pelé ni Havelange, pero el trece lo hizo llevar al negro y casi le pide perdón por algo. Es el mismo que dijo que Rouney era mejor que él, que la pelota no se mancha, pero es el Gordo, viejo, y en esto de los códigos, parece en lo único que es un especialista desde que dejó el fútbol.

3 comentarios:

Aguilucho dijo...

yo lo vi en la tele, y fue menos elogioso con la hinchada de River y más elogioso aún con Ortega.

DEB dijo...

Códigos a la m..., si bancar a Ortega y a su alcoholismo haga que nadie piense en que su mujer y sus hijo son las víctimas de su adicción... ¿por qué hay que bancarlo?, ¿porque juega bien al fútbol y le ha dado momentos de alegría a la hinchada? ¿Y la alegría que le ha quitado a su familia?
Puta vida!! cada vez que hablan de 'bancar' a Ortega, casi casi me siento ofendida yo misma. Es un enfermo, sí y también un violento y golpeador doméstico!! ¿Por qué nadie lo menciona cuando se habla de él con conmiseración?. Ya admiraba a LLonto de antes, pero cuando escribió sobre eso en Hipercrítico se convirtió en mi ídolo. Dudo que algún otro periodista deportivo o de ese medio lo haya mencionado.

Ulises Dumond dijo...

Mire Deb, usted disculpe, pero la nota de Llonto se refiere a unas conciencia social determinada que es necesario practicar para poder llamarse periodista.
Muy distinto es el tema que nos convoca. Si usted habla de los medios, fabulósico, estamos de acuerdo. Si usted se refiere a Maradona, bueno, cada uno tiene la libertad de pensar por sí mismo. Fíjese que capaz Maradona piensa que es más útil interviniendo públicamente contra la dirigencia y el cuerpo técnico de River, puesto que fueron ellos quienes en lugar de respaldar a un jugador que necesita alguna contención, lo intentaron excluir.
Usted plantea la situación de Ortega como si fuera un enfermo, pero a la vez le achaca la culpa de lo que le hizo sufrir a su familia. Una suerte de enfermedad culposa. Eso, en principio, es peligroso.
Peligroso, porque no hace otra cosa que invitar a la doble intervención de las fuerzas del orden, que son por otro lado fuerzas de la intervención en el ámbito privado. Eso, a mi gusto, es más dañino que el alcoholismo.
Y no sólo porque la lógica de sus organismos de intervención reproduce lo mismo que volcó a Orteguita al alcoholismo, muy posiblemente.
Por supuesto que aquí estamos en contra de cualquier tipo de opresión. Pero suponga que la mujer de Orteguita fuera alcohólica porque el marido le pega y, entonces, borracha, le quema la cara a sus hijos con cigarrillos. Usted y yo no lo sabemos. Sólo sabemos que el personaje público es Ortega y los medios lo van a matar o idolatrar, el resto no vende. En esa arena mediocre se da esta pelea entre propios y ajenos, entonces no pretenda juzgar en una causa cuyos hechos se parcializan de esta manera. Ahora, si usted y Llonto conocen todos los trasfondos, escucho. Pero si no, no proponga a este pibe como modelo ejemplar de lapidación, eso también es ser maduro.
Por último, si su enojo es con la hinchada de River que "bancó a Ortega", entienda que no pueden ir a cantarle al balcón de la chica.