28 septiembre 2007

Inflación genital


El periodista Marcelo Bonelli analiza la inflación en su columna de los viernes. Presenta un panorama tan claro, tan obvio y tan remanido, que parece adrede que ninguno lo haya mencionado, salvo, lateralmente, Página/12. La cosa no es que Bonelli sea el paladín de la justicia, la cosa es que los demás son unos hijos de puta.


La andanada de notas militantemente editadas a favor de un clima inflacionario, vacías de cualquier análisis o datos clarificadores, simulan desconocer la discusión entre dos políticas determinadas en el seno político de la administración. Es fácil alegar como única evidencia que los precios suben en el supermercado y no en los índices.


Dice Bonelli: En otras palabras: los sectores que apoyaron el esquema que explotó en 2001 ahora se volvieron a sentir fuertes para discutir el actual modelo económico. Los operadores ultrafinancieros sostienen una única receta: enfriar la economía y bajar los niveles de consumo de la población. Están influenciados por los documentos secretos que produce el FMI. Anoop Singh lidera esta posición. Elaboró papers internos que circulan en los centros financieros en los que se dice que el "problema inflacionario radica en que Argentina tiene una política macroeconómica inconsistente".


En otras palabras: el sector ortodoxo quiere un cambio de fondo de la estrategia económica y pide dólar barato, ajuste fiscal, aumento de las tasas y congelamiento de salarios. Esta posición será la que escuchará hoy Cristina Fernández de Kirchner en la Reserva Federal de Manhattan. Será una exposición política y sin contratiempos públicos. Pero Timothy Geithner —el Jefe de la Fed— y los titulares de las multis que recibirán a la candidata tienen decidido interrogarla sobre cómo combatirá la inflación, solucionará el conflicto energético y hará un ajuste fiscal.

También los banqueros hablarán de normalización financiera externa y pedirán un acuerdo con el Club de París. Ayer Xavier Musca envió un mensaje político a la Casa Rosada: "Estamos listos para negociar". El Ministerio de Economía elaboró alternativas para comenzar la negociación. La UIA elabora un paquete de iniciativas, para contrarrestar la prédica recesiva de los sectores ortodoxos locales e internacionales. Los industriales sostienen que la inflación sólo se corrige con inversión genuina y aumento productivo. Y que nadie va a invertir si triunfa la tesis de enfriar la economía. Existe un paper fabril que propone lo siguiente: un shock de medidas para alentar inversiones y un acuerdo social para morigerar expectativas inflacionarias. Peirano y Martin Redrado lo conocen y elaboraron una serie de iniciativas. Ambos coinciden en una cuestión: Argentina está a tiempo de evitar un desborde de precios.


Lejos me imagino a Bonelli de una lectura radical, de un postura revolucionaria, ni mucho menos. Quizás, algún mal pensado hasta pueda agregar alguna acusación no documentada al respecto de que el secuaz de Silvestre reciba algún tipo de sobre desde algún lugar, pero lo importante es que si Bonelli se da cuenta de dos formas de leer el supuesto problema de la inflación, es que debe haber varias más.


Alguien, el mismo mal pensado de antes, puede tener la ocurrencia de que empresarios, medios, políticos y cierto remanente de economistas neoliberales puede estar conspirando con esta presión del costo de vida, que tan efectiva les resultó en otras épocas a estos grupos. Pero lo cierto es que hay que empezar a identificar las tretas de estos gorilas hijos de puta y tratar de acertarles un botellazo en el diome del marote. Ya deberíamos tener un altísimo índice de inflación de huevos, con esta manga de garcas.

No hay motivos para que suban los precios. Empresariolumpen percibe que en el mercado externo gana más plata. Empresariolumpen quiere ganar lo mismo acá sin mayor esfuerzo. A Trabajador no le alcanza la plata. Pide aumento. Empresariolumpen aprovecha y vuelve a aumentar. Nadie le pregunta lo que entiende por redistribución de la riqueza. Nadie lo pone en evidencia. Empresariolúmpen ríe y se junta con otro Empresariolúmpen, y otro, y otro. Y se siguen riendo.

3 comentarios:

Aguilucho dijo...

Estás cada vez más paranoico. ¿Cómo se te ocurre que algún sector económico con poder quiera manipular algún tema para sacar provecho propio?

pibecabeza dijo...

y siguen riendo....hasta que algo explota y después los juntan con papel secante a todos...fin de fiesta....

Anónimo dijo...

Bueno el post, Ulises. Salvo que a Empresariolumpen quien debería ponerle freno es el propio Estado, en este caso, el gobierno de Néstor Kirchner. Eso se llama "redistribuir la riqueza", como vos decís. El problema es que a veces ese Empresariolumpen se encuentra con un Funcionariolumpen que le hace el juego porque a él tampoco le cierra el negocio haciendo todas las cosas por derecha. En fin, de nunca acabar... como me viene pasando desde que me puse viejo.