24 septiembre 2007

Laje no duerme por la inseguridad

inseguridad de la buena.


Desde el 27 de marzo de este año, el periodista Antonio Laje tiene problemas para conciliar el sueño. Es que ese día no se borrará nunca más de su memoria. Dos ladrones aparecieron de golpe junto a su cama y, después de atarlo, le robaron dinero en efectivo, alhajas y el teléfono celular. Los ladrones entraron y salieron del country Los Tacos, de Escobar, sin que los guardias los vieran. "Antes, cuando entraba en el barrio, me sentía seguro. Ahora miro para todos lados y ni así me siento tranquilo. Después del robo, duermo mucho peor y los días de lluvia no duermo [el día del hecho hubo un diluvio]", dijo Laje a LA NACION.

Pero ese no fue el único robo del día, los delincuentes además asaltaron al vecino de Laje. Los robos ocurrieron en el barrio privado situado en Patricias Argentinas 1855. Aquel día, según informaron fuentes policiales, los ladrones estuvieron en el predio entre las 2.30 y las 4.30.

Según relató Laje, los ladrones eran dos jóvenes y llevaban sendos pañuelos que les tapaban la boca y la nariz. "Me ataron las manos y me pusieron una almohada en la cabeza. Eran dos jóvenes, de 18 o 20 años, y tras encañonarme me dijeron que me quedara tranquilo, que no me iba pasar nada. Viví momentos de mucha impotencia y bronca. Y cuando fui a hacer la denuncia me puse a llorar", aseguró el periodista de radio y televisión. A partir de ese momento, ya nada fue igual para él. Laje, que esa noche estaba solo en su casa, antes del episodio acostumbraba dejar abierta su casa, pero ahora no sólo cierra todo, sino que también agregó un sistema de alarma. "La seguridad privada es tu peor enemigo. Pese a que cambió la empresa, no confío en nadie. Dormimos con las luces prendidas", dijo. El mal momento que atravesó no modificó su elección de vivir en la provincia de Buenos Aires. "Esto es tierra de nadie. No hay un solo barrio de la zona que se haya salvado de un robo, pero hoy no es una opción irme de acá. Toda nuestra vida está hecha en este lugar", explicó Laje, al tiempo que sentenció: "La seguridad no existe".

El barrio cerrado Los Tacos está a la altura del kilómetro 38 de la Panamericana, ramal Pilar, sobre la bajada del Tortugas Country Club, un lugar que este año ya sufrió dos robos. Los Tacos ocupa ocho hectáreas, tiene 84 lotes y un cerco perimetral con alarma central. En la madrugada del robo, según los investigadores, había sólo dos agentes: uno en la portería y otro de recorrida. Esto motivó el pedido de Laje para cambiarla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué clase de chorros de mierda son? Matan a cualquier perejil y a este tarado lo tuvieron atado, amordazado y ni siquiera le rompieron el culo con una tenaza caliente? Ya no se puede confiar ni en los chorros, soretes marginales...